En la obra "La Belleza a través del tiempo" realizada por Luz Stella Deaza, la artista incorpora a una de las obras pictóricas más representativas del Quattrocento, elementos característicos de la producción del pintor Fernando Botero a través de la superposición de imágenes digitales.
En la intervención realizada, la artista sustituye la figura central de la icónica pintura "El Nacimiento de Venus" del italiano Sandro Botticelli. Venus es la representante máxima de la belleza y la sensualidad, quien hace su arribo triunfal a la costa sobre una enorme concha de vieira (un símbolo erótico), empujada por el soplido de dioses alados bajo una lluvia de flores; en la orilla la espera una doncella con un manto para cubrirla de su evidente desnudez. La sustitución de Venus por una mujer desnuda del colombiano Fernando Botero, cuya obra pictórica y escultórica está caracterizada por los cuerpos embarnecidos, muchos de ellos desnudos como el observado en la "la Belleza a través del tiempo" es una declaración.
Es innegable que en el mundo contemporáneo, el ideal de belleza no está representado por cuerpos como los del artista Botero, empero Luz Deaza logra sintetizar en una imagen su visión estética: la obra invita a plantearse el papel de los medios en nuestra percepción de la figura femenina ideal. Tal como lo expresó Naomi Wolf en su obra "El Mito de la Belleza", nos dejamos impresionar por el estereotipo imperante en la actualidad: esbeltez y delgadez aunadas a un fenotipo definido e inalcanzable para la mayoría. La imagen de la belleza ideal es entonces no sólo una construcción social, se convierte en un lastre para quienes pretenden alcanzarla. Es entonces cuando Luz Deaza declara la ruptura de ese ideal y nos muestra que la belleza no tiene formas definidas, la estética no depende de convenciones sociales, la sensualidad es un reflejo de la actitud.
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